August 22, 2022
5 -10 min
innovation
Desde ideas plasmadas en papel y diagramas de flujo, a modelos y prototipos para finalizar en código depurado, el desarrollo de aplicaciones se ha convertido en un proceso cuidadosamente estructurado fruto de la evolución tecnológica.
Aunque es cierto que la estructura de cada aplicación es distinta y los detalles varían de producto a producto, está claro que existe un esquema genérico para su creación y por medio de este los equipos de desarrollo cuentan con un flujo de trabajo sobre el cual pueden entregar valor de principio a fin conceptualizando ideas con celeridad y calidad.
Por tanto, en este artículo desglosaremos las cuatro fases que los desarrolladores de software superan para producir aplicaciones modernas, precisas e impecables.
En esta etapa inicial es donde se estudia el mercado de la aplicación, se analiza su audiencia y también se ejecutan lo que se conoce como benchmarks o estudios de referencia, en caso de que existan aplicaciones similares con el fin de reunir información precisa para convertirla en un 'brief', el cual es en esencia la hoja de ruta que permite avanzar en la dirección correcta para desarrollar la aplicación esperada.
Una vez establecido el enfoque estratégico y su ejecución táctica, es momento de diseñar la aplicación que dé solución a los planteamientos del brief.
Grosso modo, en esta etapa se estructurarán el diseño de interfaz (UI) y la experiencia de usuario (UX) propios de la futura aplicación, este proceso se itera hasta cumplir con los requerimientos planteados.
De esa forma se tendrán tanto un diseño visual como un flujo de UX que en sincronía permitirán crear un prototipo funcional que puede ponerse a prueba entre algunos usuarios o testers dando forma a un modelo final construido por los desarrolladores.
En términos simples, aquí es donde la aplicación se construye y se publica, de acuerdo a nuestra metodología, este proceso se realiza en sprints de desarrollo que crean ciertas funcionalidades de la aplicación.
Al final de cada sprint se hace una compilación del código con el propósito de comprobar el cumplimiento de los objetivos a nivel interno y así poder entregar resultados de manera granular y transparente** para que en una última instancia sea el cliente quien compruebe y apruebe de principio a fin.
Para terminar esta fase se hacen algunas iteraciones con el objetivo de refinar el producto final y así liberar la aplicación en tiendas de aplicaciones, sitios web, o donde el cliente lo requiera.
Independientemente de la cantidad de iteraciones y ajustes finales que se hayan hecho siempre existe la posibilidad de que la aplicación falle en su periodo de lanzamiento ya sea por factores externos como son la instalación en dispositivos antiguos o por sistemas operativos desactualizados.
Por ello es de vital importancia para los clientes prepararse para este tipo de inconvenientes al momento de realizar un cálculo de presupuesto para su aplicación (normalmente se destina entre un 15% y un 20%). De esta forma contarán con recursos suficientes para abordar errores inesperados, manejar las eventualidades que puedan surgir, aprovechar nuevas oportunidades y planificar el crecimiento de su aplicación.
En DreamCode somos fieles a los procesos y sabemos lo crucial que resulta para el desarrollo tecnológico que nuestros equipos de programadores conozcan e implementen los lineamientos que cada etapa de desarrollo conlleva.
Gracias a ese enfoque, hemos participado con éxito en grandes proyectos a lo largo del continente y contamos con la experiencia y la metodología de trabajo que tu empresa necesita para apoyarte en su visión y en la búsqueda de mejores oportunidades comerciales por medio de soluciones digitales de vanguardia. Visita ahora